Dentro de la amplia oferta cultural y deportiva de Miami está el ATP Master 1000, evento deportivo muy prestigioso dentro de los círculos profesionales, pero casi desconocido para la generalidad del público. Cuando se mencionan torneos de tenis, por lo general vienen a la mente Wimbledon o Roland Garros, con menor intensidad el ATP de Miami. Si investigamos su historia, es evidente que el crecimiento del torneo va de la mano con el de la ciudad.
Primero, es importante aclarar cuáles son los niveles de los torneos de Tenis en la ATP. Los más prestigiosos, y conocidos son los cuatro Grand Slams: Wimbledon, Roland Garros (Francia), US Open (celebrado en Nueva York) y el Abierto de Australia. Entregan los premios más altos y el mayor número de puntos para la clasificación mundial. En el siguiente nivel se encuentran los ATP Masters 1000, del cual hace parte el torneo de Miami y el que es considerado el como el Quinto Grand Slam.
Historia del ATP Máster 1000 de Miami
Este torneo fue fundado en 1985 por los hermanos Buchholz para aprovechar el boom que experimentó la ciudad en esa década, en sus inicios estaba pensado como el quinto Grand Slam y el que abriera la temporada.Ellos negociaron con la ATP y la WTA para hacerse cargo de los premios a cambio de una parte de los derechos televisivos, las entradas y la organización del torneo durante los siguientes 15 años. Las dos asociaciones aceptaron.
El año de su inauguración el Master 1000 Miami se jugó en Delray Beach. El año siguiente en Boca Ratón. Finalmente, en 1987, se estableció definitivamente en Key Biscayne en el estadio Crandon Park, un islote cerca del sur de Miami cedido por la familia Matheson en la década de los cuarenta a la ciudad, pero reservándose el derecho de decidir el uso del terreno.
La popularidad del evento fue creciendo de manera sostenida año tras año, pasando de 125.817 espectadores en 1985 a 388.734 en 2019, de los cuales el veinte por ciento son extranjeros. Tal aumento trajo consigo el problema de la adecuación del estadio, y refleja el crecimiento constante de Miami por la inmigración. La ciudad trató de construir un nuevo estadio bajo un presupuesto de veinte millones de dólares (20M $USD), pero en 1993 Bruce Matheson demandó al condado para impedir su construcción.
A partir de este punto los proyectos para modernizar las instalaciones en las que se llevara a cabo el torneo siempre estaban sobre la mesa de discusión de las autoridades de la ciudad. El último intento fue en 2013 cuando se presentó un proyecto de cincuenta millones de dólares (50 M $USD), que incluía la modernización del estadio principal y la construcción de tres nuevas canchas permanentes. La propuesta tuvo el apoyo del setenta por ciento de la población, pero no el de la familia Matheson. Así que el proyecto se suspendió. En el fondo, una ciudad tan cosmopolita debe escoger muy bien los proyectos inmobiliarios públicos como los estadios
La situación puso en peligro a Miami como sede del Master 1000, era urgente la construcción de un nuevo estadio. En 2015 el ejecutivo de IMG Adam Barrett dijo “No creo que sin estos cambios el torneo se pueda seguir realizando en Miami”. Pero Serena Williams salió en su defensa, demostrando la importancia creciente de la ciudad, publicando una carta abierta en el New York Times en 2016. Uno de sus argumentos fue la calidad de Miami como semillero de nuevos talentos tales como Pete Sampras, Andre Agassi, Steffi Graf y Monica Seles.
En 2017 Stephen Ross, dueño de los Miami Dolphins, propuso la adecuación de uno de los estadios de la NFL como nuevo anfitrión. La propuesta fue aceptada y se construyó uno de los complejos de tenis más modernos del mundo, donde se encuentran todos los servicios en un solo lugar: dieciocho (18) canchas de práctica, terrazas para los espectadores, capacidad para 300.000 personas, etc. Otra muestra de la creciente importancia de Miami a nivel mundial.
Nueva sede
La nueva sede ha creado un ambiente festivo con food trucks, graffitis, la proximidad de los espectadores con los jugadores, gimnasios, más espacio para la publicidad, etc. Reflejando al mismo tiempo la evolución de la cuidad: llena de vida, cosmopolita, abierta al turismo, abierta a los inmigrantes y nuevas culturas, de crecimiento sostenido, cada vez más sofisticada con el toque chic muy particular de Miami.
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