Los reportes coinciden en que Miami es un potencial para emprendedores latinos en EE.UU. y que abrirá grandes oportunidades de negocio en los años por venir. Miami se propone tomar ventaja de la oportunidad y convertirse en hervidero de startups latinoamericanas.
Durante los últimos años, a medida que el apoyo al emprendimiento se concreta en países latinoamericanos, la confianza de los emprendedores crece también. En ciudades como Santiago de Chile, Sao Paulo en Brasil, Montevideo de Uruguay y Buenos Aires de Argentina entre otras, un número mayor de proyectos avanza a convertirse en startups.
Pero los emprendedores latinos están probando su suerte también más allá de la región latinoamericana. En Miami, al sur de la Florida en EE.UU., el número de negocios latinos ha crecido y se ha sofisticado visiblemente en las últimas décadas. Según Susana Álvarez, directora de Programas de Emprendimiento en la Escuela de Negocios de la Universidad de Miami (UM), han venido emprendedores para invertir en Miami “dependiendo de la situación económica y política en los diferentes países, uno puede apreciar olas de venezolanos, colombianos, mexicanos, según sus contextos locales”.
Entonces, ¿Qué pueden esperar encontrar aquellos emprendedores latinos que decidan tomar un rumbo más al norte? ¿Qué oportunidades pueden estar ahí para aprovecharse y qué barreras tendrán que superar?
Hacia un Miami cosmopolita
Muy atrás han quedado los tiempos cuando Miami era para pensionados judíos y cubanoamericanos nostálgicos y económicamente sinónimo sólo de turismo. Hoy día Miami es una ciudad vibrante. En sus aproximadamente 143 km2 confluyen individuos de variadas nacionalidades, culturas, quienes llegan atraídos por la estabilidad del clima, el desarrollo de las infraestructuras, el sector de los servicios, y lo estratégico de la posición geográfica.
Susana Álvarez nota una evolución interesante en el flujo poblacional que llega y se va de la ciudad. “Mucha de esta gente vive en dos sitios. Están llegando muchos latinos que viajan continuamente, dividiendo su tiempo entre Miami y sus países. En el pasado lo más común era el latino que se mudaba acá para quedarse. Ya eso va cambiando”.
De acuerdo a reportes de FDI Intelligence, Miami ocupa el décimo lugar en el ranking de las 10 ciudades del futuro en las Américas, quedando entre las cinco primeras en cuanto a atractivo para la inversión extranjera directa. Precisamente los compradores extranjeros, parte de ellos procedentes de América Latina, son la principal causa de la reactivación del sector de los bienes raíces. Según datos publicados en Businessweek, la inversión foránea supera los US$ 50 mil millones en más de 250 mil propiedades desde 2009.
Además de la vitalidad que ha ganado la escena de los negocios en Miami, el gobierno local ha implementado un número de acciones y medidas dirigidas a atraer emprendedores y startups latinos, particularmente aquellas tecnológicas. En el sector académico también se han generado iniciativas dirigidas a apoyar el lanzamiento y desarrollo del emprendimiento. Entre las principales se encuentra el Pino Global Entrepreneurship Center de la Florida International University (FIU) y los Programas de Emprendimiento de UM que dirige Álvarez.
Pero más importante, Miami es rica en recursos humanos. El personal bilingüe con alto nivel de instrucción es relativamente sencillo de encontrar. Álvarez explica cómo la llegada continua de inmigrantes a través de los años ha dado lugar a un polo donde coexisten “distintas generaciones de latinoamericanos quienes entienden cómo hacer negocios en América Latina y conocen el proceso estadounidense, cada vez más los negocios son iniciados por personas que también se han educado acá. Hay disponibilidad de servicios especializados como no aparece en otros estados, por ejemplo abogados expertos incluso a nivel de nivel de país, quienes hasta pueden prever qué dificultades podría tener un brasileño o un colombiano que quiera entrar a invertir en EE.UU”.
Al mismo tiempo, Álvarez observa que entre la juventud se nota un interés en “buscar maneras, a través de la tecnología, que asistan a la comunidad de startup en general. Los jóvenes están muy involucrados en buscar nuevas oportunidades, tecnologías, aplicaciones y soluciones”.
Esto resulta clave para que las startups superen el primer estado y logren pasar a la siguiente fase. Se necesita acceso a servicios que contribuyan a ir reduciendo el riesgo de la empresa y la ayuden adquirir valor, entre estos las firmas legales, los contadores, los centros universitarios y los cazadores de talentos.
Nicolás Cortés es uno de los emprendedores que demuestra ese dominio mixto de los escenarios a ambos lados del Río Bravo. Nacido y educado en Colombia, llegó a EE.UU. para cursar la universidad y continuó a graduarse de MBA en Harvard Business School. Hoy por hoy es un emprendedor en serie, luego de fundar y escalar una cadena de restaurantes en Miami, ahora es fundador y presidente de la NCK Energy LLC. Desde su punto de vista, “Miami tiene bastantes oportunidades para negocios, tanto locales como internacionales, y la hace muy interesante el hecho de estar muy bien ubicada para ser una especie de capital de comercio para América Latina”.
Cortés apunta a las oportunidades que pueden encontrar aquellos “con la intención de venir para abrir nuevos negocios en Miami, la cultura es diversa, el componente latino es grande y eso hace que haya mercado abierto a conceptos y marcas latinas que pueden ser traídas, solamente que es necesario prestar atención y poner cuidado a algunas variaciones culturales. Por ejemplo, determinados vocablos que son cotidianos en algunos países se consideran ofensivos en otros. Lo fundamental es conocer y entender bien el nicho al que uno se dirige”.
Logística, trámites, beneficios y barreras
De hecho, el puerto de Miami es el principal punto de origen para líneas de cruceros con un flujo de más de 4 millones de pasajeros en 2013, mientras que es de los más activos de la costa este en cuanto a volúmenes de cargo comercial. Las obras en la red de carreteras son incesantes, con el objetivo de viabilizar el tráfico en aumento, además de conectar las periferias y los condados vecinos que también han crecido. En cuanto al transporte aéreo, la ciudad está conectada con todas las capitales latinoamericanas y buena parte de sus ciudades más importantes. Así, “es mucho más fácil volar desde Miami a todas las ciudades de América Latina que entre varias de estas. Es más práctico en términos de transporte”, señala Cortés.
Por su parte, Carlos Triviño, presidente y CEO de Mobility Global, proveedora de soluciones tecnológicas para pequeñas y medianas empresas, representa una generación distinta de latinos que han emprendido en Miami. Educado íntegramente en Colombia, luego de 18 años de trabajar en una compañía multinacional decidió venir a Miami a emprender su propia compañía. Triviño llama la atención hacia otro punto crucial que impacta el emprendimiento como son los procesos burocráticos. “Todo lo necesario para abrir una empresa, registrarla, tener los seguros, procesar los impuestos, verificar que el nombre elegido no lo tenga ya otro negocio, lidiar con los procesos aduaneros, en EE.UU. es comparativamente fácil, pero siempre y cuando se cuente con experiencia previa y se conozca cómo funcionan las cosas y quién está a cargo de qué”.
Otro elemento vital para que una startup escale es el acceso al capital de inversión. En este punto ambos emprendedores coinciden en que existen las opciones, pero lo más complicado puede ser la primera inserción en los grupos adecuados. Cortés dice que los inversionistas ya demuestran interés por la ciudad a la cual ven como un lugar con potencial, “acá con mérito las puertas se abren, pero sí hace falta saber dónde buscar”.
De manera parecida se expresa Triviño: “sí hay acceso a capitales, aunque cuando uno representa una empresa nueva los bancos tienden a cobrar más de lo normal, pero también existe la posibilidad de que ayuden a apalancar financieramente nuevas unidades de negocio, incluso hay oportunidades de lograr financiamiento desde entidades estadounidenses para negocios que operen directamente en países latinoamericanos”.
Triviño enfatiza en las oportunidades de apoyo financiero que ofrece el gobierno de EE.UU., “por ley un porcentaje de inversión de parte del gobierno debe destinarse a nuevas empresas, y es una opción que se puede aprovechar por parte de los emprendedores latinos. También existen instancias y mecanismos que sugieren ideas, direcciones apropiadas para el negocio”.
A todo esto, Álvarez añade el factor del clima, que es estable y se mantiene cálido todo el año, y permite trabajar sin variar mucho el rendimiento.
Por supuesto, existen riesgos y barreras. Álvarez señala primeramente “el tema de las visas, además existe cierto número de trámites y cuestiones legales que pueden complicar mucho las cosas si la persona no los sigue”. Cortés agrega que “todo lo legal debe estar muy bien estructurado. Aunque Miami no es particularmente burocrática en general, hay que cuidarse de invertir en hacer bien las cosas. Se requieren gastos que muchas veces los emprendedores no han anticipado, con la idea de que los gastos legales serán mínimos, pero sí van a tropezar con una serie de contratos, seguros, permisos que deben tener y suelen ser más caros de lo que uno había planificado. Por eso es importante investigar, asesorarse y buscar la información más actualizada”.
Por otro lado, Triviño refiere que, si bien al inicio de la empresa se puede tropezar con resquemores de clientes y suministradores que desconfíen en la capacidad de la empresa de superar las etapas y mantenerse en servicio, la manera de contrarrestar esto es “cumpliendo los acuerdos, lo cual tranquiliza al cliente. Otra estrategia es establecer relaciones con empresas conocidas a nivel mundial que de alguna manera reflejen algo positivo de nuestros servicios, o productos. Eso se convierte en una fortaleza, hay que cuidar la reputación”.
La impresión de Álvarez es que en los últimos años la ciudad está madurando como polo de atracción para startups y emprendedores. Si bien aún la ciudad no alcanza los niveles de especialización y cultura pro emprendedora que se respiran en San Francisco o Londres, Miami está en una ruta sólida hacia convertirse en un polo atractivo para emprendedores latinos.